La protección de los Endpoints y los servidores en las empresas es fundamental por varias razones:
Endpoints:
Los endpoints, o puntos de conexión, se refieren a cualquier dispositivo final de la red de una empresa, como portátiles o smartphones.
Los endpoints pueden constituir un “punto de entrada” para que los hackers accedan a la red corporativa.
La seguridad de los endpoints mejora la capacidad de anticipación ante un ciberataque, minimiza el tiempo de respuesta y exposición a los ciberataques, bloquea y detiene posibles amenazas, y proporciona una visión completa de las amenazas.
Con empleados trabajando desde casa, conectándose en ocasiones desde redes no seguras o que no cuentan con la seguridad suficiente, usando equipos personales para acceder a la red interna o poco formados en ciberseguridad, reforzar la seguridad Endpoint puede evitar sufrir ataques de phishing, ransomware, exploits, de ingeniería social o amenazas persistentes, entre otros, que pueden causar graves daños a la empresa.
Servidores:
Los servidores son potentes ordenadores que almacenan y gestionan información importante para empresas y personas.
Proteger los servidores resulta crucial para mantener la privacidad, precisión y disponibilidad de los datos almacenados, así como para evitar cualquier daño o mal uso de los mismos.
Los servidores son los principales responsables de garantizar que sus empleados, los gestores, los clientes y los socios tengan acceso constante a los servicios de la empresa.
Los servidores se encuentran en el centro de toda la actividad de la compañía: intercambio de datos, optimización de procesos de trabajo y servicios asociados con tareas individuales.
Puesto que son tan necesarios para el correcto funcionamiento del trabajo cotidiano de una empresa, los servidores son un atractivo objetivo para los hackers.
Si un servidor falla, toda la compañía se paraliza: Caídas de la TI, interrupción de los procesos de negocio, pérdidas de datos y acceso limitado a los mismos, aplicaciones defectuosas o deshabilitadas (para los empleados), impedimentos en el acceso a los servicios (para los clientes), sanciones contractuales por plazos perdidos o incumplimiento de los SLA.
Por lo tanto, es esencial implementar medidas de seguridad robustas para proteger tanto los endpoints como los servidores en un entorno empresarial. Estas medidas pueden incluir el uso de software de seguridad actualizado, la implementación de firewalls y sistemas de detección de intrusiones, la realización de copias de seguridad regulares, y la formación de los empleados en las mejores prácticas de ciberseguridad.